El proyecto INVER Santa Marta nació hace 19 años con la finalidad de introducir un método agrícola sostenible en el país. Inicialmente hubo una metodología que implicaba el uso de mucha tecnología, que en ese momento, no se usaba en El Salvador; esta era la agricultura hidropónica.
Esta Solución Medioambiental de Base ha sido identificada por el Laboratorio de Aceleración del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en El Salvador, en el marco de la Gira de Mapeo de Soluciones Medioambientales.
Tipo de solución
Modelo sostenible de soberanía alimentaria - prototipo de invernadero.
Descripción
Esta iniciativa ha sido liderada por ADES Santa Marta, con el apoyo de la Comunidad de Madrid, que estaba interesada en traer a Centroamérica este tipo de tecnología para ver cómo se podía adaptar al país. Con esto se buscaba solventar una de las mayores problemáticas que poseía El Salvador que era la falta de soberanía alimentaria.
INVER Santa Marta fue, en sus inicios, un invernadero traído en un barco desde España. Que implicó posteriormente, un entrenamiento para que la organización pudiera hacer buen uso de este. El invernadero poseía un sensor para el monitoreo de clima, viento y todo lo que implica una tecnología para generar un ambiente controlado. Todo esto podía ser controlado desde una computadora.
El primer problema que presentó el proyecto es que debido a la complejidad que implicaba saber controlar toda la maquinaria de punta traída desde otro país, los agricultores salvadoreños, que utilizaban técnicas más artesanales no entendían sobre cómo hacer uso de estas tecnologías nuevas que necesitaban de conocimiento sobre manejo de software y programación. Otra de las problemáticas era que, el mantenimiento del invernadero significaba un costo muy alto, debido a que, si se dañaba, por ejemplo, una tarjeta electrónica del controlador del invernadero, era necesario solicitarlo y pedirlo desde España, y esperar que alguien viniera a instalar la pieza que se había descompuesto.
En aquel momento, los miembros de ADES comprendieron que introducir el invernadero con todas sus características intactas en la zona era imposible porque había que saber tener conocimientos no sólo meteorológicos, sino que también tecnológicos, químicos, etc. El proyecto irá quedando abandonado, paulatinamente. Hasta que 10 jóvenes de Santa Marta, que se encontraban en bachillerato, decidieron retomarlo pero adaptándolo a las características propias del territorio. Ya que esto evitaría que el invernadero fuera dependiente de las tecnologías que había que importar de países desarrollados a costos altos. De esta manera, lo que se hizo fue volver toda la tecnología del invernadero adaptable para la comunidad, buscando métodos más artesanales para que el invernadero siguiera funcionando y cambiando la estructura de forma que si una pieza se descomponía podía ser comprada en El Salvador. Fue así como se simplificó la tecnología para la comunidad. Además, para adquirir los conocimientos necesarios para el cultivo de hortalizas dentro del invernadero, miembros de ADES tuvieron la oportunidad de acudir a cursos especializados sobre agricultura y soberanía alimentaria, además recibieron información de parte de otras organizaciones latinoamericanas que estaban trabajando en estas temáticas. Se comenzó a investigar cómo se podía hacer una tecnología apropiada que permitiera saber cómo crear un monitoreo climático y cómo comenzar a controlar el clima dentro del invernadero.
Gracias a lo anterior, se inició la construcción placas y sensores de monitoreo propios, cómo automáticamente activar el riego cuando la planta necesita el agua en la raíz o cuando la necesita la altura, medir el calor en el aire, entre otras cosas. Por otro lado, también se ha trabajado en informar a la comunidad sobre estos procesos, se ha entrenado a niños, jóvenes, adultos para impartir conocimiento.
Se han realizado pequeños laboratorios con gente joven para que esta pueda empezar a programar en las actividades que el invernadero lo requiera.
La transferencia de saberes prácticos como elemento diferenciador del proyecto
Se han realizado una diversidad de capacitaciones para que la comunidad pueda controlar el invernadero. Se han ejecutado talleres con profesionales para los jóvenes de la comunidad; se les explica cada componente que forma parte del invernadero, se les instruye para que pueda automatizar censores, entre otras cosas.
Este año se ha trabajado en brindar talleres con la finalidad de enseñarle a los agricultores acerca de cómo utilizar tecnologías básicas para los cultivos en los invernaderos. Con esto se busca tener una producción local apropiada, teniendo como base materiales que sí se pueden conseguir en El Salvador para que puedan ser reemplazados en caso de que se arruinen, también se busca capacitar a la gente para distribuir, replicar, y entender el conocimiento necesario para que el INVER siga funcionando.
Lo que se produce en el invernadero, va para el consumo comunitario. Se comercializan los vegetales en los mercados de la comunidad, y con eso basta para que estos se acaben.
El INVER Santa Marta ha firmado convenios con diferentes actores estratégicos para lograr la buena distribución de los productos que nacen en el invernadero. Sin embargo, no debe dejarse de lado que la finalidad primordial del invernadero es que los vegetales sean comercializados y consumidos dentro de la comunidad.
Para conocer más sobre el trabajo de ADES Santa Marta puedes visitar su perfil organizacional, disponible en Appropedia, la wiki de la sostenibilidad:
https://www.appropedia.org/ADES_Santa_Marta
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