Lorena Moscovich

27-mar-2023

Corresponde a nuestro portafolio de investigación y desarrollo en ciencia ciudadana   

Reto ambiental

¿Puede la ciencia ciudadana ser un medio para fomentar la innovación política? ¿Cómo impacta la ciencia ciudadana en las predisposiciones amigables con el medio ambiente?

Municipio de Quilmes Lab Ciudadano (Facultad de Agronomía Universidad de Buenos Aires) 

En este experimento hemos querido estudiar cuáles son los efectos de la ciencia ciudadana en el comportamiento de las personas relacionados con la predisposición a adoptar comportamientos respetuosos con el medio ambiente y reforzar el compromiso con estos temas.

Si los ciudadanos participan en las iniciativas de ciencia ciudadana, se obtendrán mayores niveles de conciencia sobre las causas últimas del problema y se fomentarán cambios de comportamiento. En este caso, se traducirá en cambios en sus niveles de predisposiciones proambientales y en su compromiso con conductas respetuosas con el medio ambiente.

Para probar la hipótesis creamos el “Laboratorio de Residuos”, una acción realizada en el Municipio de Quilmes, Buenos Aires (Argentina), junto con científicos del Laboratorio Ciudadano que originalmente crearon la experiencia de separación de residuos utilizada para este experimento. Los habitantes de la ciudad de Quilmes fueron invitados a completar una encuesta que incluyó preguntas relacionadas con sus hábitos, opiniones, creencias y conocimientos sobre temas ambientales, así como otras preguntas relacionadas con el manejo de residuos domiciliarios y su predisposición a realizar próximamente diversas actividades amigables con el medio ambiente. También declararon su voluntad de participar en una segunda etapa del experimento, en la que debían pesar los residuos domésticos durante una semana. Un tercio de la muestra, aquellos que aceptaron participar en la siguiente etapa del experimento, fueron colocados en el grupo de tratamiento. A estas personas se les entregó una báscula personal y un folleto con información, el equipo de Waste Lab les indicó que dividieran sus residuos en tres categorías principales: orgánicos, reciclables y otros, y se asignó un miembro del equipo para seguir su progreso a través de WhatsApp. Por otro lado, a los que no aceptaron participar (grupo de control) solo se les recordó que debían completar una segunda encuesta después de 7 a 10 días (aproximadamente 1 semana y media). Todos los participantes, ya sea en el grupo de tratamiento o de control, respondieron este cuestionario dos veces, con una semana de diferencia. La única diferencia entre los grupos fue su participación (o no) en el experimento de pesaje. Quienes participaron en la actividad de pesaje también registraron información y resultados específicos sobre su experiencia (grupo de tratamiento). 

El análisis se realizó a nivel individual, por lo que la unidad es el participante del experimento, ya sea que participe en el grupo de control o en el de tratamiento. Queríamos evaluar si participar en la experiencia de ciencia ciudadana afectaría sus predisposiciones proambientales y su compromiso ambiental a nivel individual. 

Los datos se recopilaron mediante una encuesta en dos oleadas. La primera ola se utilizó como punto de referencia para comparar las respuestas con la segunda ola. No sólo comparamos el antes y el después sino también las respuestas de los grupos de control y de tratamiento. Como resultado, en este experimento utilizamos un enfoque dentro y entre sujetos. Los datos que se incluyeron para el análisis surgieron de las entrevistas realizadas a 166 vecinos de Quilmes. Un tercio participó en el grupo de tratamiento (personas que se ofrecieron a separar y pesar sus residuos domésticos durante una semana utilizando su báscula personal) y el grupo de control estuvo compuesto por el resto de participantes que no participaron en la experiencia de clasificación de residuos. Las entrevistas se realizaron antes y después del experimento y se analizaron mediante modelos de regresión. 

El trabajo de campo del experimento en sí duró una semana.    

El experimento duró de septiembre a diciembre de 2021 y se desarrolló los fines de semana de esos meses. Durante el proceso se realizaron reuniones periódicas con funcionarios municipales para coordinar acciones en diferentes niveles y luego se trabajó en el informe que tomó 6 meses más, a partir de octubre de 2022.

Si los ciudadanos participan en las iniciativas de ciencia ciudadana, ENTONCES resultará en mayores niveles de conciencia sobre las causas últimas del problema y fomentará cambios de comportamiento. En este caso, se traducirá en cambios en sus niveles de predisposiciones proambientales y en su compromiso con el medio ambiente.

Descubrimos que la autoselección era un problema para el experimento. Los altos niveles de predisposiciones proambientales antes del experimento obstaculizaron nuestras posibilidades de evaluar el efecto del experimento de ciencia ciudadana. Por ello cambiaríamos nuestra estrategia de reclutamiento y además extenderíamos el tiempo del trabajo de campo. 

El experimento duró de septiembre a diciembre de 2021 y el análisis de resultados de noviembre de 2022 a marzo de 2023. 

11.000 nosotros

Esta actividad concluyó con la recolección y análisis de los datos extraídos de las entrevistas realizadas a los vecinos del municipio de Quilmes. Ahora estamos trabajando y manteniendo reuniones con la Red Argentina de Municipios contra el Cambio Climático para impulsar el lanzamiento del informe y hacer llegar la experiencia a otros lugares. 

En primer lugar, esta acción ya se estaba realizando en alianza con la ciudad de Buenos Aires. Lo escalamos a la ciudad de Quilmes y ahora nuestra intención es llevar el experimento a otros municipios y presentar el informe de la red de cambio climático. 

Las dos conclusiones principales de este experimento son: La ciencia ciudadana puede ser una herramienta para promover cambios individuales siempre que incluya a personas con diferentes niveles de información y motivación respecto al tema en cuestión. Por otro lado, puede ser más efectivo si se utiliza de manera segmentada y está dirigido a diferentes grupos de participantes —con diversas edades, género y niveles educativos— y los combina. También tiene diferentes efectos según el grado de interés de los participantes en cuestión. Los resultados, detallados en este informe ( https://www.undp.org/es/citizen_science_experimentation_ ), muestran que existe una relación positiva entre el mayor nivel educativo alcanzado y el índice de predisposición ambiental previo al tratamiento, particularmente para los participantes. con posgrado incompleto, quienes tienen un nivel de índice de predisposición ambiental 21 puntos superior a los que pertenecen a la categoría base (primaria incompleta), y este coeficiente tiene una significancia estadística del 10%. Llama la atención que el efecto de conversión se atenúa en la categoría de posgrado completo, pero como este coeficiente no es estadísticamente significativo, no se puede descartar que este resultado se deba a efectos aleatorios. Estos resultados están en línea con hallazgos anteriores que indican una conexión positiva entre el comportamiento proambiental (Sharpe et al., 2021) y la educación; algunos trabajos previos muestran resultados diferentes sobre los efectos de la educación (Casaló Ariño y Escario, 2018; Hornsey et al., 2016). No se observaron efectos estadísticamente significativos para la edad o el sexo. La variable que explica la variación del índice con significación estadística es la decisión de participar en la experiencia de pesaje. Se encontró que los voluntarios que aceptaron participar en el tratamiento ya tenían un valor de índice 5 puntos más alto antes del tratamiento que aquellos que no participaron. Este resultado es estadísticamente significativo al 5%, confirmando así que las personas con mayor conciencia ambiental tienen mayor tendencia a participar en experiencias de ciencia ciudadana. Además, los indicadores del experimento muestran una ligera disminución en el indicador de compromiso de las personas pertenecientes al grupo de tratamiento en comparación con el grupo de control; este coeficiente es estadísticamente significativo al 10%. Este hallazgo podría estar alineado con otras fuentes (ver Gomera Martinez, 2008, y Mitchell et al., 2017) que indican que la motivación de una persona se define tanto por su actitud (lo que el individuo considera que debe hacer) como por la norma social. Es posible que los voluntarios no hayan considerado su responsabilidad de informar a otros. Las personas de ambos grupos informaron ser más conscientes de las consecuencias de sus comportamientos ambientales después del experimento. Esto fue especialmente notable para el grupo de tratamiento, lo que sugiere que participar en la experiencia de pesar los residuos domésticos podría haber sido un factor decisivo en este cambio (en la percepción).

While we have gathered valuable insights from this experiment, there were also limitations when analyzing its results. The first would be the small sample size and the fact that it was imbalanced in terms of gender. The second is related to the small-scale and short-term nature of the intervention, which hinders our ability to observe long-term effects on behaviors and beliefs. These two could be addressed in a future implementation aiming at increasing the sample size and taking a longer timespan between measurements. A third limitation arose from the design. The fact that enrolment in the experience was voluntary led to a self-selection bias. That is, participants in the treatment group already had a high index of pro-environmental predisposition before the experiment. This fact hampered our ability to isolate its effects. This could be addressed by randomizing what treatments participants get. Finally, the last limitation we see in this design is that it is based on self-reported beliefs and behaviors, which biases replies in the sense of complying with what is socially expected. 

The results could be interesting for areas that are dedicated to the study of the environment and want to study how an experience of citizen science can improve pro-environmental attitudes, and potentially, behaviors. In this sense, the waste laboratory produced a very interesting result that can help us understand these issues.

In line with the benefits identified for the UNDP environmental areas, policy makers can use this kind of experience to promote pro-environmental awareness and commitment within their constituencies. As a result, citizens could also improve their level of compliance with waste management regulations and other environmental policies. 

We had several iterations in the planning of the experiment. The fieldwork was a small-scale flash experiment that lasted 4 weekends and had no changes during the fieldwork.    

It is very helpful to create a brand and a name to communicate the action and better engage partners and citizens. It means building an identity and a meaningful narrative. Choose local governments with a high level of commitment to action, as these actions and experiments require a lot of time on their part. Plan coping strategies in advance to avoid self-selection biases of participants in the experiments. This may be done by widening the geographical scope of the action, inviting different kinds of participants, or giving stimulus to engage them. 

Este experimento puede replicarse en otras áreas temáticas porque tiene un gran potencial para evaluar los efectos de la ciencia ciudadana sobre otro tipo de problemas sociales que afectan a una comunidad, como por ejemplo estudiar el efecto que la ciencia ciudadana puede tener en la conciencia de las personas sobre otros temas diferentes. del elegido para esta actividad. 

Esta solución fue mapeada en la etapa de sentido y acordada con el resto del Laboratorio. Estuvieron involucradas tanto las áreas de mapeo de soluciones como de exploración. 

Lo que nos sorprendió fue que las personas que pesaron sus residuos tuvieron una ligera disminución en su compromiso proambiental medido como su disposición a abogar ante sus amigos por un comportamiento proambiental en comparación con las personas que no lo hicieron. Este hallazgo iba en contra de nuestras expectativas y podría haber estado alineado con los hallazgos de investigaciones anteriores que indican que la motivación de una persona se define tanto por su actitud (lo que el individuo considera que debe hacer) como por las normas sociales. Es posible que los voluntarios no hayan considerado su responsabilidad informar a los demás. Además, a diferencia de lo esperado, al analizar la diferencia en el índice en ambos grupos antes y después del experimento, encontramos que los participantes del grupo control tuvieron un aumento promedio en su índice de 3,31 puntos, superior al grupo de tratamiento, que mostró un aumento de 1,80 puntos. Es importante recordar que cifras más altas representan predisposiciones más respetuosas con el medio ambiente. Estos hallazgos podrían mostrar un efecto positivo del acto de completar un cuestionario sobre cuestiones ambientales en las actitudes y creencias de los participantes, independientemente de las acciones de participar en el tratamiento. Además, el efecto más leve en quienes pesaron sus residuos domésticos se puede explicar por el hecho de que el pretratamiento en este grupo ya muestra niveles más altos en el índice de predisposiciones respetuosas con el medio ambiente.